
La playa es un lugar habitual para muchos de nosotros en estos meses de verano. Es cierto que las personas que pasan largas horas en la playa tienen una gran exposición al sol con todo lo que esto significa para la piel. Por ello es necesario el uso de protección y sobrillas que nos protejan en las horas más calurosas del día. A pesar de todo, la playa es un salón de belleza al aire libre, ya que nos aporta infinidad de beneficios para la piel que vamos a repasar.
El agua marina es uno de los principales beneficios para nuestra piel, y es que su alto contenido en minerales, sobre todo yodo, hace que sea un potente regenerador de la piel. Este aporte mineral hace que las impurezas que hay en la piel y las posibles infecciones cutáneas desaparezcan. A esto debemos sumar el aporte mineral que nos brindan y que nos ayudará a mantener las pilas cargadas de energía, pues con ello regularemos los niveles de electrolitos del cuerpo.
Precisamente este aporte mineral es el que caracteriza a los barros marinos, otro de los productos que nos podemos encontrar en este salón de belleza al aire libre. Muchas playas están plagadas de barros que aplicados sobre la piel tienen un potente efecto regenerador e hidratante, ya que contienen sustancias naturales y minerales que nos ayudarán a mejorar el estado de la piel aumentando la elasticidad de la misma y la fijación de los líquidos en las células de la misma. De este modo lo que conseguimos es mejorar la hidratación de forma natural a la vez que nos relajamos.
Es importante que tengamos en cuenta que la playa puede ser uno de los mejores sitios para cuidar nuestra piel. Lo único que debemos evitar es la exposición prolongada al sol en las horas en las que tiene más fuerza, y es que los efectos de esta exposición incontrolada nos puede traer muchos problemas futuros además de ser uno de los culpables del envejecimiento prematuro de la piel.